PRIMARIA- Sondas Voyager
En el taller de hoy con el alumnado de altas capacidades de primaria, hemos tenido el privilegio de contar con la presencia de Daniel, profesor de Biología en Secundaria, quien nos ha guiado en un fascinante viaje por el espacio para descubrir las Sondas Voyager y la posibilidad de vida extraterrestre.
Durante la sesión, repasamos conceptos clave sobre los cuerpos celestes, la galaxia, el universo y el sistema solar, consolidando así los aprendizajes adquiridos en clases anteriores. Sin embargo, el eje central de la clase fue el estudio de las sondas gemelas Voyager de la NASA, cuya historia y legado continúan siendo fundamentales en la exploración espacial.
Las Voyagers, lanzadas en 1977, son verdaderas cápsulas del tiempo. Cada una de ellas cuenta con una tecnología que, aunque hoy nos parece rudimentaria, en su momento representaba la vanguardia de la innovación. Con una capacidad de almacenamiento millones de veces inferior a la de un teléfono móvil actual y una velocidad de transmisión de datos significativamente más lenta que una conexión 5G, estas sondas han logrado algo asombroso: adentrarse en el espacio interestelar y proporcionar información clave sobre nuestro Sol y la heliosfera, la burbuja protectora que rodea el sistema solar.
Además de su importancia científica, las Voyagers también cumplen una función simbólica y cultural. Cada una lleva consigo un disco de oro que contiene imágenes, sonidos y mensajes de la Tierra, como una especie de "mensaje en una botella" cósmico destinado a posibles civilizaciones extraterrestres. Estos discos contienen saludos en distintos idiomas, sonidos de la naturaleza y piezas musicales, con la esperanza de que algún día sean encontrados por seres de otro mundo.
Inspirados por esta idea, los alumnos participaron en una actividad creativa en la que diseñaron el tipo de mensaje que ellos enviarían al espacio. A través de dibujos, textos y símbolos, imaginaron cómo representarían a la humanidad y a nuestro planeta ante posibles civilizaciones alienígenas.
La experiencia fue altamente enriquecedora y estimulante para todos. Pero esto no termina aquí: en la próxima sesión con Daniel, el reto será aún mayor. Los estudiantes se adentrarán en el diseño de una nave espacial o una herramienta que les permita enviar su mensaje al universo, aplicando su creatividad y conocimientos científicos en un ejercicio de exploración y descubrimiento.
Estamos emocionados por lo que está por venir y por seguir explorando juntos los misterios del cosmos.
Andrea y Santi
Comentarios
Publicar un comentario