PRIMARIA Y SECUNDARIA. MITOLOGÍA VASCA
En este taller para el alumnado de altas capacidades de primaria y secundaria, nuestra compañera Amaia (PT de Secundaria) de origen vasco ha estado mostrando y enseñando qué es la mitología vasca, su origen y algunos personajes relevantes de la mitología.
La mitología vasca es un conjunto de mitos y leyendas que forman parte de la tradición oral del pueblo vasco, transmitidos de generación en generación en euskera. Esta mitología se caracteriza por su profundo vínculo con la naturaleza y por la preeminencia de deidades femeninas. Aunque ha evolucionado con el tiempo, conserva elementos que sugieren un origen preindoeuropeo, anterior a la romanización y cristianización de la península ibérica.
Origen y características de la mitología vasca
La mitología vasca se distingue por varias características:
Antigüedad: Se cree que sus raíces se remontan al Paleolítico, lo que la convierte en una de las tradiciones mitológicas más antiguas de Europa.
Conexión con la naturaleza: La tierra es el elemento central, personificada en la diosa Mari, y los fenómenos naturales como el sol (Eguzki), la luna (Ilargi) y el cielo (Ortzi) tienen una gran relevancia.
Deidades femeninas: Las figuras divinas principales son femeninas, lo que refleja una posible influencia de antiguas culturas matriarcales.
Dualismo ético: Existe una clara distinción entre el bien y el mal, con personajes que representan ambos polos y su equilibrio.
Ausencia de belicismo: A diferencia de otras mitologías europeas, la vasca carece de héroes guerreros y relatos bélicos, enfocándose más en la armonía con la naturaleza y la convivencia pacífica.
Magia y cercanía a los humanos: Los seres mitológicos interactúan directamente con los humanos, participando en sus vidas cotidianas, ya sea ayudándolos o desafiándolos.
Personajes principales de la mitología vasca
A continuación, se presentan algunas de las figuras más emblemáticas de la mitología vasca:
Mari
Considerada la diosa principal, Mari personifica la madre tierra y es la reina de la naturaleza y sus elementos. Reside en cuevas de montañas vascas, siendo la cueva de Anboto su morada más conocida. Mari es una figura justiciera que premia la honestidad y castiga la mentira y la arrogancia.
Sugaar
Esposo de Mari, Sugaar es una serpiente de fuego asociada con las tormentas. Se dice que su unión con Mari influye en la fertilidad y la prosperidad de la tierra.
Eguzki
Diosa del sol, Eguzki proporciona luz y calor, siendo esencial para la vida en la tierra. Su luz tiene el poder de ahuyentar a los espíritus malignos y a los seres nocturnos.
Ilargi
Diosa de la luna, Ilargi es la guardiana de la noche y está asociada con la regulación del tiempo y los ciclos naturales. En la tradición cristianizada, se le atribuye la función de guiar las almas de los difuntos.
Tartalo
Un cíclope gigante y solitario que habita en las montañas y cuevas. Conocido por su carácter feroz, se le asocia con el secuestro de personas y ganado. Su figura guarda similitudes con el Polifemo de la mitología griega.
Lamiak
Seres femeninos con cuerpo de mujer y pies de animal, como pato o cabra. Suelen habitar cerca de ríos y fuentes, peinando su largo cabello con peines de oro. Pueden ser benevolentes, ayudando a los humanos, o peligrosas, dependiendo de cómo se les trate.
Basajaun
Conocido como el "Señor del Bosque", es una figura protectora de los animales y los bosques. Se le describe como un hombre de gran tamaño y fuerza, cubierto de pelo, que advierte a los pastores de la presencia de lobos y cuida de la naturaleza.
Akerbeltz
Espíritu en forma de macho cabrío negro, asociado con la protección de los animales y las casas. En la tradición cristiana, fue identificado erróneamente con el demonio, pero en la mitología vasca es un ser protector y benévolo.
Olentzero
Un carbonero bonachón que baja de las montañas para repartir regalos a los niños durante la Navidad. Es el equivalente vasco de Papá Noel, con una fuerte conexión con las tradiciones rurales y la vida en el bosque.
Sorginak
Las Sorginak son brujas o hechiceras, estrechamente vinculadas a la figura de Mari. Se cree que se reunían en akelarres (reuniones nocturnas en praderas) para realizar rituales paganos relacionados con la fertilidad de la tierra y la protección de las cosechas. Aunque en épocas de la Inquisición se las asoció con prácticas demoníacas, originalmente eran guardianas del saber ancestral sobre la naturaleza y la magia.
Galtzagorriak
Estos pequeños seres son duendes traviesos que ayudan a los humanos a realizar tareas domésticas o trabajos duros a cambio de comida o ropa. Sin embargo, pueden ser peligrosos si se les maltrata o se les niega el pago prometido. Son conocidos por su agilidad y rapidez, completando tareas en un abrir y cerrar de ojos.
Herensuge
El Herensuge es un dragón o serpiente gigante que aparece en varias leyendas vascas. Simboliza el caos y el desorden, pero también la fuerza de la naturaleza. En algunos relatos, es derrotado por héroes locales o por figuras divinas, representando la victoria del orden sobre el caos.
Gaueko
Este es un espíritu nocturno que representa los peligros de la noche. Se dice que acecha a los que se aventuran a salir de sus casas después del anochecer, advirtiendo sobre los riesgos de desafiar los límites de lo natural y lo seguro. Gaueko es un recordatorio del poder de la oscuridad y la necesidad de respetar el ciclo natural de día y noche.
Jentilak
Los Jentilak son gigantes que habitaban las tierras vascas antes de la llegada del cristianismo. Se dice que construyeron los dólmenes y otros monumentos megalíticos que todavía se encuentran en el País Vasco. Representan una era precristiana de grandeza y conexión con la tierra. Con la llegada del cristianismo, según la leyenda, los Jentilak se retiraron o desaparecieron.
Aker
Aker es otro nombre para Akerbeltz, aunque en algunos relatos se le describe más específicamente como el líder de los akelarres. Su figura fue demonizada por la Iglesia, pero en la mitología vasca original, Aker era un protector del ganado y un símbolo de fertilidad.
Mikelats y Atarrabi
Mikelats y Atarrabi son hermanos, hijos de Mari, que representan el bien y el mal. Mikelats es asociado con las fuerzas malignas y caóticas, mientras que Atarrabi es el portador de la luz y la bondad. Esta dualidad es central en muchas mitologías, pero en la vasca, se equilibra en el contexto de una lucha constante entre ambos, reflejando la coexistencia de ambas fuerzas en la vida y en la naturaleza.
La mitología vasca es un fascinante conjunto de creencias que nos ofrece una visión única de la relación de los antiguos vascos con su entorno natural y espiritual. Su panteón diverso, lleno de deidades femeninas y personajes que oscilan entre el bien y el mal, refleja una cultura profundamente arraigada en la tierra y sus ciclos. La influencia de esta mitología se puede observar aún hoy en las tradiciones, las festividades y el folklore del País Vasco, manteniendo viva una herencia cultural rica y enigmática.
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